Hacia el jardín nocturno.
MENSAJE PARA MANUEL CASTILLO
(Fl, Cl, Sx, Vib, Pn, Vc)

Francisco Martín Quintero

Descargar partitura
(Formato pdf. 521 Kb)

 


Hacia el jardín nocturno representa mi particular despedida a Manuel Castillo, un excelente músico y profesor que fue además, como pocos, un  gran maestro. Para su elaboración, utilizo material de dos obras escritas previamente, con las que rememoro algunos momentos de mi relación con él. Una de ellas es una canción de Gabriel Fauré: Jardin nocturne, de Mirages, Op. 113. Manuel Castillo nos supo transmitir el amor por las canciones de Fauré de una manera ejemplar y desde el momento de su descubrimiento, supuso un acogedor lugar común de entre nuestros gustos musicales. La otra es una obra de mi época de estudiante, escrita muy poco después de la muerte de mi propio padre bajo la tutela de Castillo, y con la creo que se abre una nueva etapa en mi evolución musical. En ella, el maestro percibió (no yo), tanto el sufrimiento soterrado que se escondía bajo aquellos sonidos escritos muy poco después de aquella prematura pérdida, como el inicio de esa nueva etapa, que indicó expresando un “estás echando a volar”, que me animó a seguir en este complicado mundo de la Composición. He querido, pues, incluirla, junto al material de Fauré y a algunos fragmentos de mi estilo musical actual, por estar cargada de simbología, tanto por el hecho de contener el llanto por la pérdida de un padre en el momento del recuerdo al padre artístico que para todos nosotros fue Manuel Castillo, como para rememorar ese “estás echando a volar” ahora que con su recuerdo hacemos memoria también sobre “de dónde venimos”... El padre desaparece, y tenemos que echar a volar, como querría Castillo, pero encaremos el futuro con la clara conciencia de que sin su aportación no seríamos los mismos, y de que todo aquello de “esencial” del maestro que cada uno supimos y pudimos captar, permanece no solo en nuestra memoria, sino en nuestro modo de ser musical y artístico, es decir, en nuestro más profundo “nosotros”. Hacia allí, hacia ese profundo vergel donde florecen las ideas y continúan vivos y en evolución los frutos de su creatividad se dirige este mensaje musical... Hacia ese jardín nocturno en el que continuamente seguiremos encontrándonos con él.

Francisco Martín Quintero